Un poco de Sn Miguel























El ejercicio era muy simple. Retratar colores y texturas que reflejen la mexicanidad del lugar. Captar la esencia de las calles, el caminar de la gente, el olor de las frutas, los mundos que se reflejan en el vidrio soplado....
El fin: diseñar un objeto para comer, beber o bien decorar la mesa o el ambiente en que se come. Aprender que lo material no tiene de por sí sentido alguno; necesita de la mente y el sentimiento humanos para adquirir significado.
Los alimentos para el mexicano son una gama de colores, texturas y emociones indescriptibles...
Esto es San Miguel de Allende visto desde sus ojos...
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